Los robots pueden disminuir los niveles de estrés

La inteligencia artificial ha permitido crear robots, como por ejemplo animales, que pueden interaccionar con individuos con un fin terapéutico.

En Estados Unidos de América y en Inglaterra se usan estos robots en hospitales y en centros de salud específicos. Sobre todo tienen una gran utilidad en el tratamiento del adulto mayor que padece de pérdidas cognitivas como es el caso de la enfermedad de Alzheimer. También se los utiliza en niños que sufren de autismo o de una discapacidad intelectual y/o física.

Estos robots animales poseen sensores táctiles que les permite recibir los estímulos que vienen de las personas como  cuando la persona le da una caricia al robot. Pueden también reconocer la iluminación del entorno en dónde se encuentran. Tienen sensores de temperatura. El uso de estos animales robots proporcionan beneficios de tipo: psicológicos, fisiológicos y sociales.

 

Los efectos psicológicos, fisiológicos y sociales del uso de los robots antiestrés

 

Los efectos psicológicos terapéuticos del uso de los robots:

Cuando las personas están deprimidas y/o estresadas se les reduce la afluencia de sangre a lóbulo frontal del cerebro. En estos casos se ha demostrado que acariciar a un robot-animal aumenta la afluencia de sangre al lóbulo frontal del cerebro y disminuye los niveles de cortisol, aumentando la producción de la dopamina.

 

Los efectos fisiológicos terapéuticos:

El uso terapéutico de los robots tienen un efecto antiestrés y directamente relajante. También proporcionan alegría a los individuos.

Esto se pudo ver en el 2011 en Japón, luego que hubo un gran sismo. Después del sismo se llevaron unos robot, del tipo robot animales,  a los centros de recibimiento de las personas que se habían salvado del sismo en Japón pero que estaban estresadas, angustiadas, en shock y/o deprimidas.

Luego se observó un efecto relajante en estas personas, un efecto antiestrés y las personas se alegraron mucho al interaccionar con el robot-animal.

 

Los efectos sociales terapéuticos:

Los animales-robot facilitan el desarrollo de habilidades sociales que se derivan de la interacción con el mismo. Por ello es muy usado en individuos con autismo.

Actualmente se usan estos robots-animales en más de 30 países con fines terapéuticos.
También se los utiliza como mascota y con fines de acompañar a las personas. Esto se ve con frecuencia en centros de curas para los adultos mayores.

 Los alcances de la inteligencia artificial para el ahora y el futuro son enormes. Te cito un ejemplo: ya existen asistentes virtuales que son capaces de detectar señales visuales y vocales y que pueden detectar si una persona está estresada. También al tener acceso a la agenda de la persona y seguirla por meses y años se da cuenta que su asistida tiene una agenda muy llena y ya presenta síntomas de estrés por lo que le dirá que debe eliminar algunas actividades en su agenda y/o posponer otras.

Estos asistentes virtuales pueden actuar como verdaderos compañeros de aprendizaje, ya que usan sus conocimientos de lo que a usted lo motiva o inspira aprender, para ayudarlos aprender en la forma mas adecuada para usted. Esta función se podrá implementar en el futuro en el mundo de la educación.

Los últimos desarrollos en la inteligencia emocional han permitido impulsar la empatía en un equipo de trabajadores y/o socios que se encentran en varias partes del mundo y que tienen diversas culturas. Un tablero de controles mantiene un registro del pulso emocional del equipo de trabajadores e indica que por ejemplo los niveles de ansiedad se elevan en ciertos trabajadores.

También la inteligencia artificial se ha desarrollado para ayudar a personas con autismo a mejorar sus interacciones sociales. Para ello se han creado los llamados anteojos emocionales. Estos son lentes especialmente desarrollados para captar las emociones en las personas, ya que capta las expresiones faciales y vocales de las personas que interactúan con la persona que padece de autismo. De este modo la persona con autismo puede reconocer estas emociones en otras personas y así aumentar su destrezas y reacciones sociales y emocionales.

Se espera que en el 2030, la inteligencia artificial, los robots y otros aparatos se hayan desarrollado aún más y esto traiga como consecuencia una transformación en la manera en la que interactuamos con la tecnología y con otras personas.

 

En resumen: el desarrollo de robots y de la inteligencia artificial proporciona efectos positivos en la salud mental de los individuos, disminuyendo sus niveles de estrés y/o depresión. También están adquiriendo una función muy importante en señalar niveles elevados de estrés, dar sugerencias para planificar en su agenda días menos ocupados. Además pueden ayudar a el desarrollo de interacciones sociales en personas con autismo y en el adulto mayor con patologías crónico degenerativas como la enfermedad de Alzheimer.

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